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A lo largo de la costa de Argentina, casi a medio camino entre Buenos Aires y Tierra del Fuego, hay una gran península cuadrangular que se une al resto del país por un estrecho istmo: el istmo Carlos Ameghino. Esta península, la Península de Valdés, se extiende por más de 3.600 kilómetros cuadrados, está formada por un territorio semidesértico y es una reserva natural de importancia mundial para la conservación de los mamíferos marinos. Aquí se encuentran grandes colonias de animales donde se reproducen lobos marinos, elefantes marinos y otros animales marinos.
UN PARAÍSO NATURALISTA
En las aguas frente a la península, entre junio y diciembre, se reproducen rorcuales, ballenas jorobadas y otras ballenas. Mientras que las orcas vienen aquí a cazar elefantes y lobos marinos. Aquí las orcas adoptan una ingeniosa táctica de caza que consiste, durante la marea alta, en acercarse lo más posible a la orilla a través de las olas y atacar, en las aguas poco profundas, la presa desprevenida de su presencia. Dentro de la península viven animales como el ñandú (rhea, un ave similar al avestruz y el emú), el mará (también conocido como la liebre patagónica) y el guanaco (animal similar a la llama). Precisamente por estas características naturales en 1999, la Península de Valdés ha sido incluida por la UNESCO entre los sitios argentinos del patrimonio mundial de la humanidad.
UN SOLO, PEQUEÑO CENTRO HABITADO
La base de entrada de la península es la ciudad portuaria de Puerto Madryn. Que se encuentra a unos 50 km al sur-oeste del istmo que conecta la península con el continente. El único centro habitado de esta península es el complejo turístico de Puerto Pirámides, un pequeño asentamiento de unos 500 habitantes, llamado así por las formaciones rocosas piramidales que se encuentran en sus alrededores. Fuera de Puerto Pirámides hay solo una treintena de granjas cuya principal actividad es la cría de ovejas.
Las costas de la península se caracterizan por playas, acantilados y bancos de rocas aflorantes. Las costas estan bañadas hacia el norte por las aguas del Golfo de San José y el Golfo de San Matías. Al sur con el Golfo Nuevo y al este con el Océano Atlántico. Esta pluralidad de corrientes y ambientes marinos favorece la formación de una gran variedad y diversidad de flora y fauna que hacen de la península de Valdés uno de los lugares más interesantes del mundo para observar la naturaleza en todos sus aspectos.
UN LUGAR IDEAL PARA OBSERVAR: LEONES DE MAR, ELEFANTES DE MAR, OTARIAS, ORQUES Y BALLENAS
En el centro del istmo, a la entrada de la península se encuentra el interesante centro de visitantes (Centro de Visitantes Istmo Carlos Ameghino). Donde puede averiguar qué hay para ver en la península y dónde encontrará información sobre historia, fauna y en la flora de la zona. No muy lejos del centro de visitantes se encuentra la pequeña isla de los Pájaros, la isla no se puede visitar, pero hay posiciones fijas con binoculares desde donde se pueden admirar las numerosas aves que la pueblan.
Los lugares más conocidos de la península son aquellos donde se encuentran grandes colonias de mamíferos marinos. En el extremo norte de la península, en Punta Norte, hay una importante colonia de leones marinos y elefantes marinos. Este es también el punto donde las orcas atacan a los animales de la colonia con la marea alta tratando de atrapar a algunos de ellos con la ayuda de olas. El mejor momento para verlos es entre febrero y mayo, una condición esencial es que hay marea alta.
A mitad de camino a lo largo de la costa atlántica de la península, otro lugar para visitar es Caleta Valdés. Es un hermoso tramo de costa donde hay una pequeña colonia de pingüinos. En la cercana Punta Cantor hay una colonia de elefantes marinos. Más al sur llegamos a Punta Delgada, donde hay otra gran colonia de elefantes marinos. En las cercanías de Puerto Pirámides, un lugar para ver es Punta Pirámide, una costa con altos acantilados con vista al mar donde hay una colonia de leones marinos y aves marinas y donde se pueden observar ballenas.
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